Juvenilia en los claustros del CNBA III
Más allá de la elección del Rector
Ricardo RomeroProfesor Economía Política- CNBAwww.economiapoliticaweb.com.ar
Ante la responsabilidad de generar una propuesta para la conducción del rectorado del Colegio Nacional de Buenos Aires, el tema parece haberse perfilado a discutir la forma y no el contenido. Ante la envestida del Rectorado, que no logra instalar un candidato con apoyo de la comunidad del colegio, desde el claustro estudiantil se impulsa un proyecto que trata de legitimar la propuesta de un candidato que recorra las aulas.
El comunicado que saca la Asociación Docente quizás sea un buen comienzo para discutir un proyecto, pero las y los docentes somos responsables de generar un debate profundo sobre el mismo, y no podemos dejar la iniciativa al Claustro Estudiantil, que parece concentrar sus esfuerzos en cómo elegir y no en cómo va a gestionar el rector.
En primer lugar, la elaboración de una terna que sea vinculante para el Consejo Superior debe ser un objetivo para dar legitimidad al cuerpo de profesores. A su vez, garantizar la carrera docente junto con el presupuesto adecuado para la gestión, permitirá dar sustento y base a un proyecto pedagógico.
En ese sentido, sería interesante generar los espacios necesarios para diagnósticar, evaluar, planificar y expresar una propuesta de gobierno para el próximo lustro del Nacional. No basta con imponer mayorías electorales circunstanciales, conducir el Colegio implica saber qué modelo preuniversitario se impulsa, a qué alumnado se dirige, con qué cuerpo docente se dispone y, por sobre todas las cosas, qué marco pedagógico, propedéutico y académico permite sustentar la propuesta del Rector.
Y esto no se agota aquí, es decimonónico reclamar sólo votar, hay que establecer mecanismos de democracia participativa que permitan generar el involucramiento de los claustros en la elaboración y control de gestión de los recursos presupuestarios. Porque sino, la mera elección provoca la continuidad de repartos espurios de los magros puntos docentes que dispone el Colegio, en definitiva incluir a la mayoría excluir a la minoría.
Solo para pensar, la nueva rectoría tiene que saber que si establece carrera docente debe generar un plan integral de formación pedagógica; si impulsa la participación debe implementar capacitación integral en cogobierno desde los cursos de ingreso; si se propone fortalecer la investigación debe dinamizar y desarrollar las actividades del Instituto; si se propone avanzar en educación virtual debe generar inversiones en TIC`s; y así en definitiva, debe explicitar cada propuesta con una política.
Como reflexión final, debemos ser concientes que ser rector no es meramente tener el carisma para seducir a los claustros, implica también antecedentes académicos, capacidad de gestión, compromiso profesional y conducta ética. Quizás al pensar esta variables podamos ir pensando en nuestra próxima Rectora o Rector.
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